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Negocios

Los medios buscan negociar en contra de Google y Facebook, que acusan de ser un duopolio digital

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El periodismo de calidad, el cual es caro de producir, se encuentra bajo una presión económica nunca antes vista.Credit...Minh Uong/The New York Times

Google y Facebook siguen engullendo el mercado de la publicidad digital y acaparando los ingresos que antes financiaban el periodismo de calidad que ahora ambas empresas ofrecen gratis.

Los dos gigantes están obteniendo más control sobre la distribución digital, así que los diarios que en algún momento repartieron su periodismo con sus propios camiones tienen que depender cada vez más de estas grandes plataformas en línea para que sus artículos lleguen a la gente, mientras compiten por su atención con noticias falsas, sitios web que roban su contenido y videos de gatos.

Y a pesar de todos los intentos de Google y Facebook por apoyar al periodismo ayudando a las organizaciones noticiosas a captar nuevos flujos de ingresos —para sobrevivir en el nuevo mundo que ellos ayudaron a crear—, estos sitios quedan, al final del día, como la realeza de la corte, mientras que los proveedores de noticias de calidad son solo siervos suplicantes.

Es una alianza incómoda que irrita a las editoriales por las ganancias que reciben de Google y Facebook, las cuales dependen del libre flujo de información y noticias de calidad.

Por lo tanto, lo que solíamos llamar “la industria del periódico” —pero que ahora incluye medios con existencias sólidas en línea— se está uniendo con el objetivo de realizar una maniobra que, hasta el momento, sería la más importante que se haya realizado para cambiar la balanza del poder.

Esta semana, un grupo de organizaciones noticiosas comenzará un proceso para ganar el derecho de negociar de manera colectiva con las grandes plataformas en línea y para lograrlo pedirá al Congreso de Estados Unidos que otorgue una exención antimonopolio limitada.

Es una medida extrema con pocas probabilidades de éxito. Sin embargo, la industria considera que vale la pena, porque ve en Google y Facebook, a pesar de sus intenciones, una amenaza económica aún mayor que el presidente Trump con toda su retórica (hasta ahora).

Así lo mencionó David Chavern, director ejecutivo de News Media Alliance (Alianza de Medios Noticiosos), en un artículo de opinión que publicó en línea The Wall Street Journal la noche del domingo.

La Alianza, la principal asociación de la industria del periódico, lidera los esfuerzos a favor de las negociaciones de manera colectiva. No obstante, cuenta con la aprobación de todo el espectro de sus miembros, lo cual hermana a competidores del calibre de The New York Times, The Wall Street Journal y The Washington Post, al igual que a muchísimos periódicos regionales como The Star Tribune de Mineápolis, los cuales enfrentan las amenazas más serias.

En el mismo tono, News Corporation —empresa que dirige The Journal, The New York Post y Dow Jones— afirmó en un comunicado que apoyaba el esfuerzo para “llamar la atención del público y el congreso hacia el comportamiento anticompetitivo del duopolio digital, en especial porque afecta de forma negativa los negocios de las noticias y la información”.

Mark Thompson, director ejecutivo de The New York Times Company, me comentó que “la temperatura está aumentando en términos de preocupación, y en algunos casos de ira, por la que parece ser una relación muy asimétrica y desventajosa entre las casas editoriales y las gigantescas plataformas digitales”.

La concepción es que las casas editoriales necesitan la opción de operar como un grupo —y las ventajas que se derivarían de las acciones colectivas— si determinan que es la única forma de llegar a acuerdos significativos.

La maniobra tiene como objetivo algo más que solo luchar por el territorio digital. Se trata de preservar el periodismo de calidad —el cual es caro de producir y se encuentra bajo una presión económica nunca antes vista—, en un momento en el que los “reportajes” falsos y libres de costo sobre asuntos como “los millones de votos ilegales” pueden ganar prominencia suficiente para motivar las iniciativas federales.

“Si se busca un modelo gratuito de noticias, obtendrás noticias”, me comentó Chavern la semana pasada. “Pero serán noticias basura. Titulares como ‘El papa apoya a Trump’” (ese artículo se compartió ampliamente en Facebook durante las elecciones; el papa Francisco no apoya a Trump).

El momento también parece ser ideal, si se consideran los rumores sobre la posible regulación de los gigantes de la tecnología en Estados Unidos, y las acciones más directas en su contra en el Reino Unido y en toda Europa, donde recientemente los reguladores le dieron a Google una enorme multa antimonopolio.

En el tumultuoso clima de las noticias, Google y Facebook no tienen la intención de que se les vea como agentes que buscan socavar el periodismo verdadero. Además, los ejecutivos de las dos empresas me comentaron que les interesaba tener contenido noticioso confiable y abundante.

“Estamos comprometidos a ayudar a que el periodismo de calidad prospere en Facebook”, afirmó Campbell Brown, directora de Alianzas Noticiosas de Facebook. “Estamos progresando en nuestro trabajo con las editoriales de noticias y tenemos más trabajo por hacer”.

Esta semana, los ejecutivos de Facebook se reunirán con las casas editoriales para presentar nuevas maneras con las cuales puedan vender suscripciones en el sitio web. Será la más reciente de muchas medidas que se han tomado en los últimos meses para mejorar la exposición de las noticias locales en el sitio y para que sea más fácil para los sitios de noticias gestionar su propia publicidad en el programa Artículos Instantáneos de Facebook.

Google ha realizado iniciativas similares por medio de su Laboratorio de Noticias. La empresa asegura que hizo cambios en su algoritmo para que las noticias de calidad tuvieran mayor prominencia en los resultados de las búsquedas. Y también está trabajando para que las redacciones puedan aprovechar las nuevas tecnologías para innovar y aumentar las ganancias en línea.

“Queremos ayudar a las casas editoriales a que tengan éxito en su paso hacia las plataformas digitales”, declaró Google en un comunicado, en el cual calificó al esfuerzo como “una prioridad”.

Las editoriales dicen que agradecen la manera en que Google y Facebook hacen llegar sus contenidos de noticias a muchos millones de usuarios a los cuales no podrían tener acceso por sí solos. Y reconocen los esfuerzos que están haciendo las plataformas para ayudar.

Sin embargo, como me comentó en una entrevista Mike Klingensmith, editor de The Star Tribune y presidente de News Media Alliance: “Hablan con nosotros, pero todavía no han demostrado mucho”.

Aun si llegara más ayuda, como se ha prometido, el desequilibrio económico deja a la industria a merced de la generosidad de las plataformas o de las necesidades inmediatas de las relaciones públicas: Facebook y Google están por obtener el 60 por ciento del mercado de la publicidad en línea, según eMarketer.

Klingensmith señaló que para los periódicos de tamaño medio, los cuales han sufrido en especial por el giro de la inversión en publicidad, “es imposible ir como una sola empresa y negociar o incluso obtener una cita con estas empresas”.

The New York Times está apoyando la maniobra para lograr el llamado “puerto seguro de la anticompetitividad”, en parte, “porque nos interesa todo el periodismo, así como The New York Times”, afirmó Thompson.

Thompson dijo que The New York Times consideraría unirse a la negociación colectiva si sus propias conversaciones no produjeran resultados satisfactorios, lo cual aún deben hacer, mencionó.

En la búsqueda del derecho a negociar juntos, los proveedores de noticias están intentando evitar el problema que tuvieron las casas editoriales de libros más importantes cuando trabajaron con Apple para desarrollar un libro en línea que compitiera con Amazon. Sin la autorización del gobierno, incumplieron las leyes antimonopólicas.

La Alianza reconoce que su propuesta requiere una legislación que les brinde autorización específica para negociar como grupo, la cual no se suele otorgar. Es una solicitud especialmente grande para un congreso que no ha dado grandes resultados legislativos y cuyo partido mayoritario, el republicano, no es exactamente amistoso con la prensa actualmente.

Por otro lado, el fundador y presidente ejecutivo de News Corporation es Rupert Murdoch, cuya influencia en el gobierno de Trump y con los republicanos en el congreso no tiene paralelo en el mundo de los medios de comunicación.

Los representantes de la prensa en los comités judiciales del senado y de la cámara —que encabezan el senador Chuck Grassley de Iowa y el diputado Bob Goodlatte de Virginia— dijeron que no podían comentar nada sin escuchar primero lo que la Alianza tenía que decir.

El asesor legal externo de la Alianza, Jonathan Kanter, afirmó que tenía esperanzas porque había un argumento que podía convencerlos: “El producto en cuestión es importante desde la perspectiva de la política pública. No estamos hablando simplemente de dispositivos, sino de noticias, las cuales son cruciales para una sociedad democrática”.

Sin importar el resultado, lo anterior es un punto de partida en el que todos deberían estar de acuerdo.

Jaclyn Peiser colaboró con este reportaje.

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